doi: 10.56294/mw202264
COMUNICACIÓN BREVE
Sustainable development goals: the scenario of nations with emerging economies
Objetivos del desarrollo sostenible: el escenario de las naciones con economías emergentes
Rafael Elías Menco Pájaro1
*, Indira Lambis
Segrera1
*, Carlos Alberto
Severiche Sierra1
*
1Universidad de Cartagena, Cartagena de Indias, Colombia.
Citar como: Menco Pájaro RE, Lambis Segrera I, Severiche Sierra CA. Sustainable development goals: the scenario of nations with emerging economies. Seminars in Medical Writing and Education. 2022; 1:64. https://doi.org/10.56294/mw202264
Enviado: 28-05-2022 Revisado: 10-07-2022 Aceptado: 06-09-2022 Publicado: 07-09-2022
Editor: Dr.
José Alejandro Rodríguez-Pérez
Autor para la correspondencia: Rafael Elías Menco Pájaro *
ABSTRACT
The Sustainable Development Goals (SDGs) were established by the United Nations in 2015 as part of the 2030 Agenda, aiming to eradicate poverty, protect the environment, and ensure global prosperity. While they provide a universal framework, their implementation in developing countries faces significant challenges due to resource shortages, structural inequalities, and weak institutions. SDGs 1 and 2 are crucial for poverty and hunger reduction, while gender equality (SDG 5) and climate action (SDG 13) present critical obstacles. International cooperation and investment in infrastructure and education are essential for success. Cases like Rwanda have shown progress in gender equality and poverty reduction, whereas countries like Brazil and Mexico continue to struggle with persistent inequalities. Adapting the SDGs to specific national contexts is key to achieving sustainable development.
Keywords: Sustainable Development Goals; 2030 Agenda; Developing Countries; Poverty; Inequality; Sustainability; Climate Change; International Cooperation.
RESUMEN
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron establecidos por la ONU en 2015 como parte de la Agenda 2030, con el objetivo de erradicar la pobreza, proteger el medio ambiente y garantizar el bienestar global. Aunque ofrecen un marco universal, su implementación en países en desarrollo enfrenta desafíos significativos debido a la falta de recursos, desigualdades estructurales y debilidad institucional. Los ODS 1 y 2 son fundamentales para la reducción de la pobreza y el hambre, mientras que la equidad de género (ODS 5) y la acción climática (ODS 13) representan retos críticos. La cooperación internacional y la inversión en infraestructura y educación son esenciales para su éxito. Casos como Ruanda han demostrado avances en igualdad de género y reducción de la pobreza, mientras que países como Brasil y México enfrentan desigualdades persistentes. La adaptación de los ODS a contextos específicos es clave para lograr un desarrollo sostenible.
Palabras clave: Objetivos De Desarrollo Sostenible; Agenda 2030; Países En Desarrollo; Pobreza; Desigualdad; Sostenibilidad; Cambio Climático; Cooperación Internacional.
ANTECEDENTES
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), han sido fijados y creados por la Asamblea General de la ONU en el año 2015, como elementos fundamentales para el desarrollo de la Agenda 2030, representando el compromiso mundial que tiene como fin la erradicación de la pobreza, la protección del planeta y el garantizar la prosperidad de todos los seres humanos. Con 17 claros objetivos y 169 metas, los ODS abordan de manera integral las diversas dimensiones del desarrollo, enfocándose principalmente en aquellos aspectos de tipo económico, social y ambiental. Por lo que su implementación en naciones que se encuentran en vías de desarrollo, presentan grandes oportunidades como desafíos significativos debido a las particularidades de éstos contextos. Aunque los ODS ofrecen un marco universal y ambicioso, las barreras estructurales, la falta de recursos y las desigualdades históricas dificultan su cumplimiento en muchos de estos países.
El enfoque integral de los ODS es uno de los aspectos más poderosos de la Agenda 2030, ya que en ellos se reconoce la interdependencia de los distintos aspectos del desarrollo; he aquí donde aquellos países que gozan de un pleno desarrollo, los ODS se convierten en una oportunidad para abordar problemas históricos de pobreza, desigualdad, acceso a servicios básicos y degradación ambiental de manera coordinada y sostenible. Sin embargo, la implementación efectiva de los ODS varía significativamente entre países debido a las diferencias en los recursos disponibles, las capacidades institucionales y las prioridades políticas.
Es así que los Objetivos 1 y 2, que buscan erradicar la pobreza y el hambre, son cruciales para los países en desarrollo, en donde una gran parte o porción de la población, vive en condiciones de pobreza extrema y enfrenta inseguridad alimentaria. En este contexto, los ODS proporcionan un marco que promueve de manera efectiva políticas públicas que no solo abordan las causas y consecuencias inmediatas de la pobreza, el hambre, sino que también apuntan a soluciones estructurales como el acceso a la salud, educación y el empleo decente. Países como India y Bangladesh, que han implementado programas de microfinanzas y políticas de protección social, han obtenido avances significativos en la reducción de la extrema pobreza, aunque siguen enfrentando desafíos significativos, como la desigualdad de género y las disparidades regionales.(1)
Retos en la implementación y ejecución de los ODS
A pesar de los avances y progresos que algunos países han logrado en materia de los Objetivos del Desarrollo; la implementación efectiva de los ODS en países en desarrollo enfrenta obstáculos considerables. Una de las problemáticas que se hacen latentes e importantes es la escasez, precariedad y por supuesto la falta de recursos financieros. Los ODS requieren inversiones sustanciales en infraestructura, educación, salud, tecnologías limpias y protección social, recursos que no siempre están disponibles en los presupuestos de las naciones en desarrollo. Si bien la cooperación internacional y la asistencia financiera externa juegan un papel fundamental, la dependencia de estas fuentes de financiación puede limitar la sostenibilidad de los esfuerzos a largo plazo.(2)
Además de la amplia capacidad institucional que poseen muchos países en desarrollo, es insuficiente para gestionar e implementar los ODS de manera efectiva. La precaria falta de infraestructura adecuada, la inestabilidad política, la corrupción y la débil gobernanza pueden socavar los esfuerzos por implementar políticas sostenibles. Por ejemplo, en muchos países africanos, los gobiernos luchan por movilizar recursos internos debido al escape de recursos financieros; así como la corrupción y la evasión fiscal. Esto crea un círculo vicioso que impide la implementación de políticas públicas eficaces en áreas como la salud (ODS 3), la educación (ODS 4) y por último está el trabajo decente como lo expone el (ODS 8).(3)
De los mayores retos que desafían los ODS en los países en vías de desarrollo es la persistencia de desigualdades estructurales que no se pueden resolver fácilmente con políticas generales. A pesar que el Objetivo 10 del desarrollo sostenible, busca disminuir las desigualdades, las brechas económicas, de género, sociales y étnicas siguen siendo profundas. En muchos países, las comunidades marginadas, aquellas las poblaciones de minorías étnicas como los indígenas, las mujeres cabezas de hogar, trabajadoras y las personas con discapacidad, continúan enfrentando discriminación e innumerables barreras de acceso integral, de calidad a los mismos derechos, oportunidades y garantías que otros grupos. A menudo, las políticas de desarrollo implementadas no logran alcanzar a estos grupos, lo que perpetúa las desigualdades existentes.
Por ejemplo, el Objetivo 5, que promueve la igualdad de género, enfrenta enormes barreras en muchos de los países en desarrollo, principalmente en Asia y África, donde las normas patriarcales y las prácticas culturales siguen limitando el acceso del género femenino al trabajo, la participación política y la educación. Aunque algunos países han hecho progresos en términos de leyes y políticas de igualdad de género, la implementación efectiva sigue siendo un desafío debido a la resistencia cultural y la falta de mecanismos de control.(4)
El Objetivo 13, que se centra en la acción por el clima, es fundamentalmente importante para las naciones que le apuntan al desarrollo, que a menudo son las más vulnerables y sensibles a los efectos que produce el cambio climático. He aquí de considerar que las sequías, las inundaciones y por supuesto los fenómenos climáticos extremos afectan de manera desproporcionada a los países más pobres, que tienen menos capacidad para adaptarse a estos cambios. Los países africanos, en particular, han sido severamente impactados por el cambio climático, afectando sus economías agrícolas y exacerbando los problemas de seguridad alimentaria (African Union, 2019).
A pesar de los esfuerzos por integrar políticas climáticas dentro de los ODS, muchos países en desarrollo aún necesitan recursos financieros altos y por supuesto tecnológicos, necesarios para implementar estrategias y soluciones efectivas. Siendo así, los ODS deben alinearse con políticas de financiamiento climático que permitan a estos países adaptar sus infraestructuras y economías a los desafíos ambientales. La cooperación internacional es esencial en este sentido, pero a menudo no es suficiente para satisfacer las necesidades existentes y que resultan siendo la espina dorsal de los países más afectados.
Al ilustrar un poco sobre ésta problemática, entendemos que a partir los desafíos que se enfrentan, existen ejemplos notables de países que han conseguido en el tiempo, avances importantes en relación a la implementación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Es el caso de Ruanda, un pequeño país africano, en el que se ha avanzado significativamente en la disminución de la extrema pobreza (ODS 1) y en la promoción de la igualdad de género (ODS 5). El claro testimonio es que Ruanda ha implementado políticas inclusivas que han permitido una alta participación en el ámbito político por parte de las mujeres, logrando una representación femenina significativa en el parlamento. Además, el país ha establecido una sólida infraestructura que ha permitido el mejoramiento integral en las áreas consideradas como sensibles, como lo son la salud y la educación, lo que ha favorecido el mejoramiento de los indicadores de desarrollo.(5)
Por otro lado, en Brasil y México, aunque se han logrado avances en la disminución de la pobreza y el acceso a los servicios de educación (ODS 4), persisten grandes desigualdades, especialmente entre las comunidades rurales e indígenas. La crisis política y económica que afecta a estos países ha generado retrocesos en áreas claves, como la protección social y la salud, lo que coloca en riesgo el cumplimiento de los ODS.(6)
En conclusión, los Objetivos de Desarrollo Sostenible ofrecen una hoja de ruta importante para las naciones que se encuentran en la ruta del desarrollo, en el que éstas permiten abordar los desafíos estructurales que afrontan en términos de pobreza, desigualdad y sostenibilidad ambiental. Sin embargo, la implementación de los ODS en estos países se ve obstaculizada por una cadena de retos, como lo es la escasez de recursos financieros, la debilidad institucional, las desigualdades sociales y por supuesto las consecuencias que trae consigo el cambio climático. Por lo tanto, si queremos que los ODS sean efectivos, es esencial tener una mayor cooperación internacional, en donde sea latente y palpable el fortalecimiento de las capacidades locales, así como una mayor inversión en infraestructura y educación al alcance de todos.
Por lo tanto, los países en desarrollo deben avanzar en la creación de políticas inclusivas que no se limitan a abordar las necesidades de manera inmediata de la población, por lo que éstas también deben generar las condiciones que visibilicen un desarrollo sostenible a largo plazo. La clave estará en la capacidad de cada país para adaptar los ODS a sus contextos particulares, priorizando la equidad y la sostenibilidad en sus políticas y acciones.
REFERENCIAS
1. Noroño JG, Duque ÁEA. Integración regional como mecanismo de desarrollo sustentable latinoamericano: Punto de vista ontológico. Sapienza Organizacional. 2019; 6(11):101-141.
2. Trigo EJ, Elverdin P. Los Sistemas de Investigación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria de América Latina y el Caribe en el marco de los nuevos Escenarios de Ciencia y Tecnología. Revista Compromiso Social. 2020; (3):116-127.
3. Ruiz MR, Severiche CA, Briceño LJ, Duran LJ. Barreras de competitividad de las PyMEs agrícolas del distrito de Santa Marta (Caribe Colombiano). Revista Espacios. 2020; 41(17).
4. Castro JA, Rognoli V, Vargas AL. Diseñar para un escenario social incierto. el valor del enfoque materiales do-it-yourself y economía circula. Interciencia. 2020; 45(6):279-285.
5. Aucatoma KES, González MG. Transformando la educación superior: El impacto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la formación de futuros líderes sostenibles. Revista Pertinencia Académica. 2022; 9(1):122-136.
6. Severiche CAS, Bustamante EMG, Morales JDCJ. La educación ambiental como base cultural y estrategia para el desarrollo sostenible. Telos: Revista de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias Sociales. 2016; 18(2):266-281.
FINANCIACIÓN
Ninguna.
CONFLICTO DE INTERESES
Ninguna.
CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA
Conceptualización: Rafael Elías Menco Pájaro, Indira Lambis Segrera, Carlos Alberto Severiche Sierra.
Redacción – borrador inicial: Rafael Elías Menco Pájaro, Indira Lambis Segrera, Carlos Alberto Severiche Sierra.
Redacción – revisión y edición: Rafael Elías Menco Pájaro, Indira Lambis Segrera, Carlos Alberto Severiche Sierra.