doi: 10.56294/mw202269
REVISIÓN
Tacit knowledge in the subject-educational object correlation
El conocimiento tácito en la correlación sujeto-objeto educacional
José Rafael Abreu
Fuentes1 *, Daniel
Román-Acosta2
*
1Metropolitan International University. Estados Unidos.
2Plataforma de Acción, Gestión e Investigación Socia S.A.S. Sincelejo, Colombia.
Citar como: Abreu Fuentes JR, Román-Acosta D. Tacit knowledge in the subject-educational object correlation. Seminars in Medical Writing and Education. 2022; 1:69. https://doi.org/10.56294/mw202269
Enviado: 03-06-2022 Revisado: 10-08-2022 Aceptado: 07-10-2022 Aceptado: 08-10-2022
Editor:
PhD.
Prof.
Estela Morales Peralta
Autor para la correspondencia: José Rafael Abreu Fuentes *
ABSTRACT
Educating is one of the daily activities of the teacher or educator. And even when the resources to be used for this are diverse, language continues to be the most relevant because it is the form that accompanies gestures, looks, touch, or other forms of communication that, in any case, should not lead to in the verbalism so criticized to the educational systems of the world. In this framework, the study of the contents alluded to or displayed by the teacher in the classroom is pertinent within the framework of Polanyi’s (1983) “tacit knowledge” thesis. It refers to certain content or demonstrations in which others are unconsciously assumed in students. This phenomenon, which collides with various areas of logic, psychology, and linguistics, has interesting pedagogical implications. A case study, representative of the work of the teacher in a school institution will be the central objective of this research, based on the paradigm or qualitative methodology and using the aforementioned method (case study), which allows observing in situ what happens in a real classroom. Therefore, we will use data collection techniques and instruments such as observation, notebooks, class diaries or other similar ones, and we will use an analysis of the teacher’s discourse at work guided by van Dijk observations. The research has no other purpose than to contribute to adding knowledge that allows improving teaching practice in its dialogical or expository, demonstrative, experimental, or other similar aspects.
Keywords: Tacit Knowledge; Subject-Object; Teaching Praxis.
RESUMEN
Educar es una de las actividades diarias del maestro o educador. Y aun cuando son diversos los recursos que ha de emplear para ello, el lenguaje sigue siendo el de mayor relevancia porque es la forma que acompaña a los gestos, miradas, tacto, u otras formas de comunicación que, en todo caso, no debe desembocar en el verbalismo tan criticado a los sistemas educativos del mundo. En ese marco, es pertinente el estudio de los contenidos aludidos o asomados por el maestro en el aula en el marco de la tesis del “conocimiento tácito” de Polanyi (1983). Se refiere a determinados contenidos o demostraciones en las que se suponen otros de modo inconsciente, en los estudiantes. Este fenómeno que colide con varios ámbitos de la lógica, la psicología, y la lingüística, posee interesantes implicaciones pedagógicas. Un estudio de caso, representativo del hacer del maestro en alguna institución escolar será el objetivo central de la presente investigación, basada en el paradigma o metodología cualitativa y empleando el método antes mencionado (estudio de caso), que permita observar in situ lo que ocurre en un aula de clase real. Nos valdremos, pues, de técnicas e instrumentos de recolección de datos como la observación, libretas de apuntes, diarios de clase u otros similares y emplearemos un análisis del discurso del docente en su faena guiado por las observaciones de van Dijk. La investigación no tiene otro fin que contribuir a sumar conocimientos que permitan mejorar lapráctica docente en su vertiente dialógica o expositiva, demostrativa, experimental, u otra parecida.
Palabras claves: Conocimiento Tácito; Sujeto-Objeto; Praxis Docente.
INTRODUCCIÓN
Educar es una de las tareas más nobles del espíritu humano. Mediante ella se forma, transforma, conforma o hasta deforma la personalidad y en consecuencia el tono mental de lo social. De modo que la práctica docente, su estilo, el modo en que aborda la forma y método de enseñanza resultan cruciales. En ese marco, el lenguaje es el centro de interés de la praxis del maestro porque las palabras, los razonamientos, las emotividades forman parte de su quehacer.
No obstante, con frecuencia se presentan tropiezos, dificultades para llegar a entender cómo es que los estudiantes asimilan los contenidos o los malinterpretan, qué pasa con la efectividad de la praxis, qué contenidos se trasmiten, que supuestos subyacen a los mismos. De ahí la relevancia actual del tema del conocimiento tácito, referido en su momento por el autor Polanyi (1983) para aludir a que siempre se tiene mucho más de lo que creemos. Pero también abordamos a otros autores relacionados con el tema y la gestión del conocimiento en empresas o en instituciones educativas, tales como Cortés (2021); Escorcia y Arrieta (2020); Al-Kurdi et al (2018), García-Guiliany, et al (2017) o Pérez-Fuillerat (2018).
Con todo ello se trataría de indagar lo que ocurre realmente en una clase corriente, para detectar precisamente algunos supuestos relevantes sobre determinados contenidos presentados por el maestro. Finalmente, cabe decir que el tema del conocimiento “tácito” ha desembocado en los estudios sobre el asunto de la argumentación y el lenguaje institucional tan necesario en una democracia.
Implicaciones teóricas
Es evidente que toda investigación contará con algunos conceptos claves que marcan un camino u orientan la búsqueda del conocimiento. Surgirán otros, por supuesto, y así se irán enriqueciendo los hallazgos que satisfagan las metas u objetivos principales. A continuación, esbozamos esas líneas generales.
Conocimiento
Según Polanyi (1983) el conocimiento se entiende como una acción hábil, un hacer algo que nos involucra personalmente, y nos lleva a demostrar que tenemos determinada experiencia o experticia en un área determinada: es el caso de un pianista, un conductor de autobús, un cocinero, u otro. Es la acción del sujeto sobre la materia para transformarla o asimilarla lo que genera un conocimiento “personal”. Y en ese marco, surge un saber más allá de lo conocido: el “conocimiento tácito”. En este marco de ideas, indica Pérez-Fuillerat (2018):
El conocimiento tácito se utiliza asociado a otros conceptos, como la experiencia, y se usan diferentes términos, como «conocimiento experiencial», «conocimiento transferido» y «conocimiento estético». En otros trabajos se utiliza acompañado de conceptos como «juicio clínico tácito», «elementos tácitos y experienciales», «mindlines internalizados, colectivos y tácitos» y «pautas tácitas interiorizadas» (p. 193).
En la vida diaria, las personas tienen que actuar dando por supuesto o tácitos determinados conocimientos. Eso es un prodigio, una suerte de bendición de la naturaleza del cerebro, incuestionable. Por ello, no es reprochable tener “conocimientos tácitos”. Es más, lo ideal sería convertir acciones más complejas en automatismos correspondientes.
Se trata de un proceso inconsciente y un resultado, en lugar de solo un producto final. La diferencia es importante especialmente para el estudioso del tema, que no necesariamente para el hombre corriente o pragmático. Tampoco dicho conocimiento se presenta despojado de emociones, pues en todo conocer es una mezcla de experiencia, razón y emoción.
Otro aspecto que llega a referir Polanyi (1983) es el del conocimiento tácito en el momento de investigar algún problema, e indica que de alguna forma el que busca algo ya intuye los resultados o cree ver la conclusión. Las opiniones son también elementos importantes en la pedagogía moderna, en la cual el maestro promueve la expresión de sus estudiantes, los educa para plantear o escuchar objeciones, refutarlas y/o corregir si es necesario. No tiene sentido que cada ciudadano se apertreche en sus propias opiniones cual, si fueran una parte del cuerpo, y se disgusten cuando sean puestas en entredicho.
Conocimiento tácito
A partir de todo lo anterior, digamos entonces que conocimiento tácito o conocimiento implícito, es una categoría o concepto que fue inventado por Polanyi (1983) para referirse a un aspecto relevante del encuentro entre el sujeto y el objeto, en el campo de la epistemología. Se caracteriza por ser subjetivo, intangible, abstracto (Novelo, 2014; Cortés, 2021). Según dichos autores, la gestión del conocimiento se encarga de transformar el conocimiento tácito en otro explícito formado por datos e información. Expresa Manrique (2008) que hay indicios de que lo que se conocía como “doxa” por los griegos era un modo de saber de esta categoría. Asimismo, Manchini (2020) atribuye a la intuición que tuvo el Psicoanálisis sobre el conocimiento inconsciente, en tanto que Espejo (2005) se ha centrado en sus implicaciones educativas.
Correlación sujeto-objeto
El tema del conocimiento como relación entre el sujeto y el objeto ha marcado toda la epistemología desde la época griega hasta tiempos recientes, cuando se consideró que ya no era un problema relevante. Al principio se creyó que el sujeto era pasivo o una especie de espejo en el cual se reflejaba el cosmos o realidad. No se ponía en tela de juicio lo que el sujeto creía ver, excepto en Platón, que pensaba más bien en que sólo el alma podía ver las ideas eternas ya grabadas cuando los seres humanos vivían en el topus uranos.
Como todo mundo sabe, el asunto cambió cuando ya en los tiempos modernos se aceptó que tanto ponía el objeto como el sujeto (Rodríguez, et al, 2008). Este no es pasivo, sino que construye el conocimiento mediante operaciones mentales. Incluso el que pueda derivarse de las imágenes o gráficos, pues resulta erróneo, dice Lledó (2018), creer que las imágenes digan algo, o hablen por sí solas, o valgan más que mil palabras. Somos nosotros los que tenemos que tomar la palabra implícita.
Praxis educativa
El niño, el adolescente, el adulto, el anciano, son sujetos-objetos de la Educación. Morir es el último de los aprendizajes. Ahora buen, de acuerdo con Lledó (2018) la palabra «educación» deriva del verbo latino «guiar», «conducir», y alude además a extraer algo de alguien; orientar, guiar y desplegar lo que yace en el sustrato originario de cada persona.
Para sacar ese poder-ser de lo humano, de acuerdo con Lledó (2018), los países crean sistemas de educación formal e informal, que actúan sobre los niños y adolescentes para ayudarlos a crecer.
Ahora, bien, el lenguaje del maestro es una especie de luz que despierta y orienta nada más al sujeto. Si es así, que los estudiantes “construyen” sus aprendizajes a partir del material previo que tienen en sus cerebros, más el que proviene de lo exterior (digamos lo que enseña o explica el docente), entonces este encuentro no es un asunto tan sencillo como parece, y amerita sumergirse un tanto más en el tema del lenguaje y el conocimiento tácito (García-Guiliany, et al, 2017). Por ello, explica Espejo (2005) que el maestro debe presentar los temas de modo que resuenen en los estudiantes.
Puede ser necesario en muchos casos, no siempre, explicitar el conocimiento que imparte el maestro y comprender que siempre la adquisición y construcción del saber verbal tiene un componente personalísimo presidio por la cultura de la cual proviene el sujeto tal como es considerado por diversos autores que se refieren a la gestión del conocimiento, como Acevedo, et al, (2019; Al-Kurdi, et al, (2020); Cortés, (2021); Escorcia y Arrieta, (2020); García-Guiliany et al, (2017); entre otros.
MÉTODO
La gran mayoría de los investigadores de las Ciencias Sociales y Humanas, coinciden en la existencia de dos paradigmas de investigación: cualitativo y cuantitativo. El primero es de carácter naturalista, es decir, estudia el objeto en su medio y en su mayoría adopta métodos descriptivos, donde los principales son la etnografía y el estudio de caso.
Utilizaremos el paradigma cualitativo, por sus elementos importantes de singularidad, holismo, inductividad, y posibilidad de abordar los aspectos profundos de cierta realidad, su estructura dinámica que atiende especialmente al proceso, más que al resultado, y procura describir el comportamiento y forma en que se muestra el fenómeno (Martínez, 2006).
El método es la forma de obrar sobre un fenómeno o realidad. Por eso se escucha hablar del “método” para sembrar una planta, conducir un auto, tocar el cuatro, abrir una cuenta en la Internet, o incluso para atraer a las jovencitas solteras. En el contexto de la investigación científica puede operarse sin método, pero ello resulta más engorroso y difícil, como bien lo expresa Monroy (2009). El método es lo que facilita el camino.
Con un método se evitaría llegar al final de la investigación con resultados lamentables o incluso contradictorios. Entonces, utilizaremos un “estudio de caso” como estrategia o método. Concretamente estudio de caso ilustrativo, que según Monroy (2009), p. 48 es aquel que se emplea “(…) principalmente en demostraciones; para ello se utilizan uno o dos casos, para hacer una demostración de determinada situación y para que el investigador se familiarice con el lenguaje común”. No obstante, es de carácter crítico porque entraremos a considerar una particularidad: el conocimiento tácito que subyace en la praxis del maestro mientras expone su clase. Refiriéndose a los estudios de caso, expresa Muñiz (s/f):
Los estudios de caso tienen como característica básica que abordan de forma intensiva una unidad, ésta puede referirse a una persona, una familia, un grupo, una organización o una institución (…). Puede ser algo simple o complejo, pero siempre una unidad; aunque en algunos estudios se incluyen varias unidades, cada una de ellas se aborda de forma individual (p.1).
Tal modalidad en la investigación cualitativa es ideográfica o descriptiva. Asimismo, en el caso “típico”, se trata de una persona que se utiliza como representativa de un grupo o comunidad. Pero también puede tratarse de varias que se caracterizan por algún aspecto en común, de modo que se espera algún parecido o coherencia en sus respuestas. Para realizar una descripción profunda del caso que nos ocupa, estaremos en una clase de un maestro de Primaria, sin alterar el desenvolvimiento corriente de los estudiantes, de manera que las informaciones puedan tener la validez necesaria, y a partir de allí realizar los análisis necesarios para extraer las conclusiones. Asimismo, recurriremos a estrategias de triangulación, revisión de la planificación del docente, su diario de clase, entre otros.
Técnicas e instrumentos de recolección de la información
Las técnicas e instrumentos, del mismo modo que los procedimientos y estrategias a emplear, dependen del método escogido. En el estudio de caso, básicamente, se centran en la observación participativa, aunque puede complementarse con entrevistas. En todo caso, la metodología cualitativa enfoca el método y todo lo que se desprende de allí, como algo flexible, empleado siempre que resulte efectivo para lograr las metas establecidas, aunque puede modificarse o cambiarse si los imprevistos, circunstancias, o proceso de estudio lo amerita. De acuerdo con Monroy (2009) p.53: “La técnica está referida a una acción que involucra directamente el conocimiento previo. Su elección depende del objeto que persiga el investigador, mismo que se interrelaciona con el método de trabajo”.
Entre los instrumentos de recolección a emplear, se utilizarán libretas de apuntes, diario de clase del maestro, pero no cámaras, grabadores u otros, para evitar alterar el transcurso de la clase. Por otra parte, entre los aspectos que debe atender el observador se pueden nombrar las siguientes: el contexto, personas que forman el grupo o escena, comportamientos repetitivos o anómalos, actividades que realizan los involucrados, secuencia en que se presentan, y en nuestro caso, el contenido del discurso del docente, la conversación de los estudiantes, aspectos que se consideran implícitos, entre otros que resultan pertinentes.
En fin, como ventajas del estudio de casos, se puede decir que permite detectar hechos o procesos que se pasarían por alto con otros métodos; el análisis intenso y la abundancia de datos captables in situ; el hecho de que, aun cuando no prueba alguna hipótesis, sugiere algunas líneas de investigación; por lo demás provee al investigador de diversidad y riqueza de comportamientos humanos; no requiere planes de muestreo; permite la transcripción descriptiva, las interpretaciones, explicaciones y narraciones. A partir de allí, será más fácil la tarea de comprensión, predicción y control científico riguroso.
De modo que no se busca establecer relaciones de causa-efecto ni control de variables ni busca alguna verdad de carácter universal; de modo que no es generalizable. Busca la comprensión holística del objeto de estudio o problema personal, de modo que los resultados son especialmente válidos para la población y contexto estudiado, sin llegar a extrapolarlo. En todo caso, utiliza la triangulación para escapar de posibles falsas percepciones y errores en las conclusiones finales. Por último su redacción es menos intelectualista o erudita y formal, ya que se parece más al discurso periodístico o de crítica literaria.
Técnicas de análisis de la información
Utilizaremos el análisis de contenido del material transcrito, y empleando el enfoque de van Dijk (2011), pero también orientados por determinadas observaciones de los estudios realizados por Vega (2013), Vega y Gómez (2011), así como por Castro (2013) respecto al tema de la argumentación. Por supuesto que, el análisis se mantiene presente en todo momento de la investigación. Esto quiere decir que al preparar las estrategias y recoger las informaciones, ya el estudioso va sopesando la importancia de los elementos, las declaraciones, u otros aspectos. Como técnica de análisis, la hermenéutica tiene que ir del todo investigado a las partes y viceversa de modo que se completa un círculo, en el cual se tienen que plantear procesos de entendimiento, explicaciones y otros procesos dialécticos propios de la mente en su tarea de interpretación.
Asimismo, se someterán las muestras de piezas musicales que nos suministren los informantes, a un proceso de análisis de contenido, para develar e interpretar los valores o antivalores que se expresan en ellas, y averiguar qué significados les atribuyen los entrevistados. Para ello habrá que transcribir el material recabado, y posteriormente someterlo a las experticias pertinentes, entre las que se puede mencionar el análisis del discurso (van Dijk, 2011), para localizar dialécticamente las intenciones ocultas o evidentes. Esto es así, porque en las acciones pueden sedimentarse ciertos objetivos o fines conscientes e inconscientes.
CONCLUSIONES
Llegados a este punto, podemos proyectar varias líneas de sugerencias para arribar a una investigación como la propuesta a lo largo de nuestras exposiciones: en primer lugar, afirmamos que el conocimiento tácito, como llegó a plantearlo Polanyi (1983) es pertinente en la Pedagogía, dada las implicaciones que tiene en la praxis diaria del docente (Cortés, 2021; Escorcia y Arriete 2020). En los últimos tiempos se ha dado un giro a diversos aspectos del lenguaje humano como elemento mediador entre el sujeto y su realidad; al lado de ello, se han realizado otros estudios sobre el tema de la argumentación informal (Reñón, 2013; Reñón y Gómez, 2011), después de que durante años los estudios de la Lógica mostraron que sus planteamientos cercanos a los desarrollos matemáticos se alejan del modo real y cotidiano en que las personas formulan sus contenidos argumentales, y se desenvuelven en conversaciones con sus congéneres.
El tema del conocimiento tácito, sería un aspecto, detalle, o elemento que puede formar parte de un todo mayor en el que apenas se están efectuando investigaciones interesantes que permitan juntar varias disciplinas entre las que se mencionan a la semántica, la lingüística, la lógica informal, retórica, dialéctica, entre otras. No obstante, es necesario disipar algunas respecto al conocimiento tácito: una de ellas es llegar a creer que el cerebro tenga ya grabado todo lo que está implicado en la búsqueda de la solución de algún problema. Por supuesto que no. Los lógicos más bien suelen rechazar la idea de que la misma deducción sea una tautología que no aporte nada al conocimiento humano, en tanto que, se realizan muchos nuevos descubrimientos en Física mediante su uso, o en la matemática moderna.
En todo caso, lo que viene a decir el conocimiento tácito es que siempre tenemos más cosas en nuestro inconsciente, en el umbral de la consciencia, de lo que pensamos. Adquirir algún tipo de habilidad, de intuición, de “olfato” investigativo resulta imprescindible para atrapar lo que se anda buscando, lo que está faltando, o como pueda llamarse.
Digamos, para culminar, que el uso del conocimiento tácito es útil en las prácticas educativas, para atender tanto las acciones conscientes o intencionadas, como los supuestos implícitos en las mismas. Asimismo, en la vida común, en la política, las conferencias, foros, debates públicos u otros, tan importantes para el desenvolvimiento de la ciudadanía y las actividades profesionales. Con ello se busca también incrementar la calidad de las discusiones políticas públicas o institucionales empobrecidas en los últimos años por un discurso poco aleccionador.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Acevedo-Correa, Y., Valencia-Arias, A., Bran-Piedrahita, L., Gómez-Molina, S., y Al-Kurdi, O., El-haddadeh, R., y Eldabi, T. (2018). Knowledge sharing in higher education institutions: A systematic review. Journal of Enterprise Information Management, 31(2), 226-246. https://doi.org/10.1108/JEIM-09-2017-0129
2. Alamelu JV, Mythili A. Machine learning approach to predict delay in smart infusion pump. Salud, Ciencia y Tecnología 2022;2:243–243. https://doi.org/10.56294/saludcyt2022243.
3. Arias-Arciniegas, C. (2019). Alternativas para modelos de gestión del conocimiento en Instituciones de Educación Superior. Ingeniare. Revista Chilena de Ingeniería, 27(3), 410-420. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-33052019000300410
4. Asif M, Mane M, Sahoo PK, Gupta S. The Role of Safety Culture in Reducing Incidents in High-Risk Industries. Health Leadership and Quality of Life 2022;1:145–145. https://doi.org/10.56294/hl2022145.
5. Aviles-Yataco W, Meneses-Claudio B. Neural networks applied to the detection and diagnosis of Breast Cancer, a systematic review of the scientific literature of the last 5 years. Salud, Ciencia y Tecnología - Serie de Conferencias 2022;1:3–3. https://doi.org/10.56294/sctconf202235.
6. Bayser SE. Motivation and work performance in the nursing staff of a public institution of the Autonomous City of Buenos Aires. Salud, Ciencia y Tecnología 2022;2:12–12. https://doi.org/10.56294/saludcyt202212
7. Cano CAG, Castillo VS. Unveiling the Thematic Landscape of Cultural Studies Through Bibliometric Analysis. Community and Interculturality in Dialogue 2022;2:34–34. https://doi.org/10.56294/cid202234.
8. Cano CAG, Penagos AN, Macanilla RM. Social perception of citizens regarding the accountability of the El Paujil mayor’s office, during the term of 2019-2020. Salud, Ciencia y Tecnología - Serie de Conferencias 2022;1:1–1. https://doi.org/10.56294/sctconf202221.
9. Cardozo MBS, Cano CAG. Perception of the merchants upon the implementation of an electronic payroll as a support document for the companies costs and deductions at Florencia- Caquetá. Salud, Ciencia y Tecnología - Serie de Conferencias 2022;1:2–2. https://doi.org/10.56294/sctconf202234.
10. Castellanos SMS, Sandoval AL. Rediscovering the original recipe for the “empanada sampedrana.” Community and Interculturality in Dialogue 2022;2:32–32. https://doi.org/10.56294/cid202232.
11. Castro, L. (2013). El redescubrimiento de la retórica en el siglo XX: el giro retórico de Chaïm Perelman. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá
12. Cortés, D. (15 de agosto 2021). ¿Qué es la gestión del conocimiento? Youtube, CEUPE. Magazine. https://www.ceupe.com/blog/que-es-la-gestion-del-conocimiento.html
13. Escorcia, J. y Arrieta, D. (16 de mayo 2020). Gestión del conocimiento en Instituciones de Educación Superior: Caracterización desde una reflexión teórica. Revista de Ciencias Sociales. (Ve), vol. XXVI, núm. 3. Universidad del Zulia. https://www.redalyc.org/journal/280/28063519013/html/
14. Espejo, R. (2005). La abducción y el conocimiento tácito: un diálogo entre C.S. Peirce y M. Polanyi. Universidad de Chile.
15. Fleitas LAV, Herrera MD, Junco OM, Borrego YM, Borges YG. Effectiveness of the treatment applied in the smoking cessation consultation. Interdisciplinary Rehabilitation / Rehabilitacion Interdisciplinaria 2022;2:16–16. https://doi.org/10.56294/ri202216.
16. García-Guiliany, J., Durán, S., Parra-Fernández, M., y García-Cali, E. (2017). Elementos y principios de la calidad de servicio en Instituciones de Educación Superior. En R. Prieto y R. de La Hoz (Comps.), Marketing y competitividad en las organizaciones. Enfoques y perspectivas (pp. 327-353). Ediciones Universidad Simón Bolívar.
17. Ginarte MJG, Landrove-Escalona EA, Moreno-Cubela FJ, Yano RT del. Visibility and impact of the scientific production on cranial nerve teaching and learning published in Scopus. Data and Metadata 2022;1:4–4. https://doi.org/10.56294/dm20224.
18. Jayakumar SS, Arun G, Ali SF, Garg R. Assessment of Occupational Hazard Communication: Effectiveness and Challenges. Health Leadership and Quality of Life 2022;1:144–144. https://doi.org/10.56294/hl2022144.
19. Landrove-Escalona EA, Hernández-González EA, Mitjans-Hernández D, Avila-Díaz D, Quesada AJF. Bibliometric analysis of the Cuban Journal of Neurology and Neurosurgery between 2017 and 2021. Data and Metadata 2022;1:1–1. https://doi.org/10.56294/dm20221.
20. Lasluisa-Toalombo PM, Freire DAR, Jácome-Lara AC, Salazar-Garcés LF. Serological markers associated with poor prognosis in positive Covid-19 patients. Salud, Ciencia y Tecnología 2022;2:141–141. https://doi.org/10.56294/saludcyt2022141.
21. Lepez CO, Galbán PA, Canova-Barrios C, Machuca-Contreras F. Online and Social Media Presence (Facebook, Twitter, Instagram, and YouTube) of Civil Associations, Mutual Associations, and Foundations in Argentine Nursing. Metaverse Basic and Applied Research 2022;1:13–13. https://doi.org/10.56294/mr202213.
22. Lledó, E. (2018). Sobre la Educación. La necesidad de la literatura y la vigencia de la Filosofía. Taurus.
23. Manchini, N. (2020). La mente en el cuerpo: diálogo entre la cognición corporizada y la educación. Dialektika: Revista De Investigación Filosófica Y Teoría Social, 2(4), 1-16. Recuperado a partir de https://journal.dialektika.org/ojs/index.php/logos/article/view/20
24. Manrique, H, (2008). Saber y conocimiento: una aproximación plural. Redalc.org. Acta colombiana de psicología 11 (2): 89-100, 2008.
25. Martínez, M. (2006). La Investigación Cualitativa (síntesis conceptual). Revista IIPSI. Facultad de Psicología. UNMSM. Vol. 9 - Nº 1 – 2006, pp. 123 – 146.
26. Monroy, S. (2009). Metodología de la Ciencia. Revista de la Asociación Mexicana de Metodología de la Ciencia y de la Investigación. Instituto Campechano. Año 1 Volumen 1 Número 1 Julio-diciembre de 2009 México, D. F.
27. Montesino DC, Reguera IP, Fernández OR, Relova MR, Valladares WC. Clinical and epidemiological characterization of disability in the elderly population. Interdisciplinary Rehabilitation / Rehabilitacion Interdisciplinaria 2022;2:15–15. https://doi.org/10.56294/ri202215.
28. Muñiz, M. (s/f). Estudios de caso en la investigación cualitativa. Facultad de Psicología, División de Estudios de Posgrado. Universidad Autónoma de Nuevo León
29. Pérez-Fuillerat N., Solano-Ruiz M. y Amezcua, M. (1 de febrero de 2018). Conocimiento tácito: características en la práctica enfermera. SESPAS. Elsevier. España, (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/). Consultado el 17 de Agosto de 2021.
30. Piñera-Castro HJ, Moreno-Cubela FJ. Productivity, Collaboration and Impact of Cuban Scientific Research on Parkinson’s Disease in Scopus. Data and Metadata 2022;1:2–2. https://doi.org/10.56294/dm20222.
31. Polanyi, M (1983). The Tacit Dimension. Gloucester, Mass.
32. Portales YT, Díaz OR, Díaz ERH, Rosales YÁ, Álvarez MD. Emotional manifestations and perceived social support in elderly adults in the face of the impact of COVID-19. Interdisciplinary Rehabilitation / Rehabilitacion Interdisciplinaria 2022;2:13–13. https://doi.org/10.56294/ri202213.
33. Prusty JBK, Kumar A, Varma P, Rajesh KN. Analyzing the Influence of Health-Related Factors on Quality of Life among Elderly Populations. Health Leadership and Quality of Life 2022;1:146–146. https://doi.org/10.56294/hl2022146.
34. Rendón JEJ, Rojas MG. Positioning of clothing brands in Colombia. Community and Interculturality in Dialogue 2022; 2:33–33. https://doi.org/10.56294/cid202233.
35. Reñón, L. (2013). La fauna de las falacias. Trotta. España.
36. Reñón, L., y Gómez, P. (2011). Compendio de Lógica, Argumentación y Retórica. Trotta. Madrid.
37. Silva-Sánchez CA. Psychometric properties of an instrument to assess the level of knowledge about artificial intelligence in university professors. Metaverse Basic and Applied Research 2022;1:14–14. https://doi.org/10.56294/mr202214.
38. Soto IBR, Leon NSS. How artificial intelligence will shape the future of metaverse. A qualitative perspective. Metaverse Basic and Applied Research 2022;1:12–12. https://doi.org/10.56294/mr202212.
39. Van Dijk, T. (2011). Sociedad y discurso. Barcelona: Gedisa.
FINANCIACIÓN
Los autores no recibieron financiación para el desarrollo de la presente investigación.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.
CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA
Conceptualización: José Rafael Abreu Fuentes, Daniel Román-Acosta.
Análisis formal: José Rafael Abreu Fuentes, Daniel Román-Acosta.
Investigación: José Rafael Abreu Fuentes, Daniel Román-Acosta.
Visualización: José Rafael Abreu Fuentes, Daniel Román-Acosta.
Redacción – borrador inicial: José Rafael Abreu Fuentes, Daniel Román-Acosta.
Redacción – redacción y edición: José Rafael Abreu Fuentes, Daniel Román-Acosta.